Begoña Gacimartín García.
PhD, Doctora en Ciencias de la Visión por la Universidad Europea de Madrid.
Especialista en Optometría Geriátrica y baja visión. Directora de Formación y baja visión de la Clínica Orduna.
PALABRAS CLAVE
Radiación ultravioleta, índice de protección ultravioleta, alternativas, lentes oftálmicas transparentes.
INTRODUCCIÓN
Existe una gran difusión sobre el hecho de que la radiación ultravioleta presente en la luz solar y en otras fuentes luminosas, en dosis excesivas y prolongadas, puede provocar daño severo en el sistema inmunitario y en la piel, sobre todo en áreas expuestas como la cara, el cuello y las manos. Por tanto, en base a ese potencial efecto pernicioso de dicha radiación electromagnética, no sería lógico pensar que los tejidos oculares estén exentos del peligro de la fototoxicidad ultravioleta, y de hecho no lo están ni los anejos oculares, ni el globo ocular.
Está bien documentado una parte del daño que la luz UV produce sobre los tejidos oculares; se divide en agudo y crónico.
Las lesiones agudas comprenderían a entidades como la fotoqueratitis causada por la reflexión en superficies como la nieve, la arena del desierto o la de la playa, y la retinopatía solar, originada por la contemplación de un eclipse solar sin la protección adecuada en la que se produce daño en el polo posterior. El daño crónico engloba a lesiones como la pinguécula, el pterigio, los carcinomas palpebrales y las cataratas; un 20% de las opacidades cristalineanas, según la OMS, están relacionadas con el efecto acumulativo de la radiación UV-A a lo largo de la vida; a nivel retiniano, algunos meta-análisis recientes muestran estudios con asociación fuerte unos y otros débil entre dicha radiación y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)1,3,5,6.
El efecto de la radiación ultravioleta es acumulativo, de hecho antes de los 18 años hemos recibido una gran parte del UV que vamos a recibir a lo largo de la vida; nos encontramos ante un problema de gran magnitud, una radiación potencialmente dañina, más tiempo al aire libre, más exposición a fuentes artificiales de luz, mucha desinformación y falsas creencias en el ámbito de la protección ocular4.
Una gran parte de la sociedad piensa que dicha protección solo es viable mediante gafas de sol, que cuanto más oscuras son, protegen más, y que no es importante el establecimiento donde se adquieran las gafas de sol, puesto que son un complemento de moda, y mientras tengan una identificación de la CEE es suficiente… Sabemos que no es así, que las lentes oftálmicas son un producto sanitario, que existen distintas categorías solares y diferentes filtros, neutros, polarizados, selectivos y que deben ser siempre adquiridos en un establecimiento sanitario de óptica y cada año, cuando llega la primavera, en un país como España, donde hay tantas horas de luz al día y se pasa tanto tiempo en el exterior, existen campañas divulgativas al respecto; incluso internacionalmente se ha creado un índice: el E-SPF®, que comprende la transmitancia y la reflectancia de la lente…
Ante tanta profusión de datos y de información cabe preguntarse qué tipo de alternativas hay a la hora de protegerse a nivel ocular: ¿Qué sucede con las lentes transparentes? ¿Proporcionan la protección UV adecuada? ¿Sabemos que, por las características de los tejidos oculares que concentran la luz —no olvidemos que el cristalino y la córnea son lentes convergentes— multiplicamos su potencia y que debido al ángulo de incidencia de la luz en el ojo debemos protegernos también de la luz reflejada?2.
¿Desde qué edad debe comenzar la protección? Los efectos crónicos de los rayos UV en la córnea y el cristalino, como ya se ha mencionado en este artículo, son acumulativos, por lo que la protección eficaz contra los rayos UV de los ojos es importante para todos los grupos de edad, incluidos los niños, con medios oculares de mayor transparencia y pupilas más grandes, lo que está relacionado con una mayor proporción de radiación en la retina de esos grupos de edad. La protección es necesaria, sí, a cualquier edad3.
Describiremos a continuación cuáles son las soluciones ópticas disponibles en el momento actual para el control de la radiación ultravioleta. Antes de comenzar es necesario indicar que deberían (al menos en ambientes extremos) usarse en combinación con sombreros, cremas solares y evitando la exposición en las horas de mayor porcentaje de radiación ultravioleta —80% entre las diez de la mañana y las dos de la tarde— sobre todo en el verano. Debemos protegernos de la radiación siempre, en todas las estaciones del año, en días soleados y nublados, la radiación ultravioleta es capaz de traspasar las nubes4,5.
Las soluciones ópticas deben bloquear la totalidad de la radiación hasta 380 nm e, idealmente, hasta 400 nm.
1. GAFAS DE SOL Y LENTES SOLARES
Sin polemizar sobre si las gafas de sol son adecuadas o no en base a su canal de distribución, puesto que en todo momento estamos refiriéndonos exclusivamente a las del canal óptico,
existe un porcentaje variable de usuarios de gafas de sol, en torno a un 30%, y muchos de ellos solo lo hacen de manera ocasional en un 25% del tiempo. Cabe resaltar además que en el grupo de edad de los niños, mucho más vulnerable como se citó anteriormente, algunos estudios muestran que solo un 3% las utilizan de manera continuada en el exterior.
Debemos añadir que hay que tener en cuenta que las gafas deberían brindar protección de la luz periférica, la más peligrosa —según algunos estudios de los años 90— por la oblicuidad de los rayos incidentes (entre 135º-155º), la anatomía ocular y la facial. La mayoría de gafas de sol (no envolventes) no brindan suficiente protección en este sentido, puesto que solo bloquean la luz que incide de manera frontal a través de la pupila2,4,7,8, 11,12.
2. LENTES DE CONTACTO CON FILTRO DE LUZ ULTRAVIOLETA
Las lentes de hidrogel convencionales con filtro de UV aportan protección adicional puesto que, si la adaptación es correcta al cubrir el área corneal y el limbo, estarían cubiertos todos los ángulos de incidencia de la luz, aunque la conjuntiva y los anejos siguen siendo vulnerables al efecto de la radiación.
Existe la necesidad, según recogen algunos estudios, de desarrollar una métrica que esté relacionada con el factor de protección y unirla al tipo de material de la lente de contacto y al tiempo de exposición2,4,9.
La FDA reconoce dos categorías de lentes de contacto en función de la radiación UV-A y UV-B bloqueada, expresadas como factor 1 y 2: el factor 1 recomendado para condiciones extremas, bloqueando un 99% de UV-B y un 90% de UV-A y el factor 2 que debe bloquear el 70% de UV-A y el 95% de UV-B.
3. LENTES OFTÁLMICAS TRANSPARENTES
Para la protección óptima de los ojos y de los anejos oculares el usuario necesita, como hemos citado anteriormente, lentes oftálmicas con una absorción UV por encima de 380 nm y si es factible hasta 400 nm para que sea completa.
Hasta no hace mucho, había lentes orgánicas transparentes de índice 1.6, 1.67 y 1.74 que incluían factor de protección UV, pero no existía la protección en índice 1.5 debido a las características de los polímeros existentes. Recientemente se han desarrollado polímeros en índice 1.5 (tecnología UV Protect de ZEISS) que permiten el bloqueo de la radiación ultravioleta. Esta innovación permite que un mayor número de usuarios de lentes oftálmicas se puedan beneficiar de la protección frente a la radiación UV y en ese sentido “universaliza” la protección, brindando un abanico mayor de posibilidades.
CONCLUSIÓN
Se debería transmitir de una manera más estandarizada, reglada, clara y sobre todo eficaz, la información sobre la protección que proporcionan las lentes solares y transparentes, relacionándola con el índice E-SPF®, en un índice medio, alto y bajo que permitiera una comprensión más sencilla del peligro de la radiación y de las alternativas existentes2.
En condiciones extremas y/o al menos para aquellas personas que pasan muchas horas al aire libre, sería necesario que el diseño de las gafas y monturas permitiera el bloqueo de la luz periférica para una óptima protección.
Es necesario utilizar herramientas comunes y universales, difundir el Índice de protección UV de la OMS, y recalcar que la protección ocular frente a la radiación UV debe ser realizada desde la infancia en todos los ambientes luminosos.
De la misma forma que existe concienciación sobre la protección de la piel, se debe educar a los agentes sanitarios y a los usuarios en la importancia de la protección ocular mediante la combinación de las soluciones ópticas y no ópticas disponibles, lo que redundará en la salud visual y en una mayor calidad de vida de todas las personas en general, y en particular de aquellos que están expuestos a un mayor riesgo.
REFERENCIAS
1. Begaj T1, Schaal S2.Sunlight and ultraviolet radiationpertinent retinal implications and current management. Surv Ophthalmol. 2018 Mar – Apr;63(2):174-192. doi: 10.1016/j.survophthal.2017.09.002. Epub 2017 Sep 18.
2. Behar-Cohen F, Baillet G, de Ayguavives T, Ortega Garcia P, Krutmann J, Peña-García P, Reme C, Wolffsohn JS. Ultraviolet damage to the eye revisited: eye-sun protection factor (E-SPF®), a new ultraviolet protection label for eyewear. Clin Ophthalmol. 2014; 8:87-104
3. Weale RA. Age and the transmittance of the human crystalline lens. J Physiol. 1988 Jan; 395: 577–587.
4. Walsh K. UV radiation and the eye.
5. Indice UV solar mundial: guía práctica.OMS,2003.
6. Sui G, Liu G, Liu G, et al. Is sunlight exposure a risk factor for age-related macular degeneration? A systematic review and meta-analysis. British Journal of Ophthalmology 2013;97:389-394.
7. Winn B, Whitaker D, Elliott D, Phillips N. Factors affecting light-adapted pupil size in normal human subjects. Invest Ophthalmol Vis Sci. 1994; 35(3):1132-6.
8. Schnider C. UV protection and summer preparation. Review of Cornea & Contact Lenses, 2006: April:36-38.
9. Walsh JE, Bergmanson JP. Does the eye benefit from wearing ultraviolet-blocking contact lenses?. Eye contact lenses. 2011 Jul;37(4):267-72.
10. Murphy CG. Patients Who Need UV Protection and Why. Review of Optometry 2014 March.
11. Andersen PA, Buller DB, Walkosz BJ, et al. Environmental cues to UV radiation and personal sun protection in outdoor winter recreation. Arch Dermatol. 2010 Nov;146(11):1241-7.
12. Green AC, Wallingford SC, McBride, P. Childhood exposure to ultraviolet radiation and harmful skin effects: Epidemiological evidence. Prog Biophys Mol Biol. 2011 Dec: 107(3): 349-355.