Los números lo dicen todo.
Alrededor del 40% de la radiación UV durante el día se encuentra entre 380 y 400 nanómetros1. En particular estas ondas de radiación UV largas penetran más profundamente en el tejido, lo que las convierte en un factor de riesgo para el cáncer de piel y en el desarrollo de diferentes enfermedades oculares (pterigium, queratitis, degeneración macular, cataratas, etc).